Los cuerpos de lapicero, sobretodo esos de plástico transparente duro y quebradizo, para mi eran mucho mejores que la típica cañita...de que hablo?...tsss obviamente estoy hablando de cerbatanas.
Sacabas la carga y la tapa de la parte posterior y ya podias disparar. Lo mejor es que estos lapiceros incluían la munición en su diseño...literalmente. Mordias pequeños pedazos de plástico de la parte porterior y listo ya había bala...se iba achicando la cerbatana bajo esta práctica y por lo tanto perdiendo alcance pero bueno demos un paso más...hacia la ingeniería avanzada.
Este libro Mini Weapons of Mass Destruction del diseñador de juguetes John Austin describe las instrucciones para construir 35 artefactos para la mini-carrera armamentista. Catapultas , minibombas y trebuchets entre otros; hechos de clips, cucharitas descartables, mondadientes, ligas etc. Es el libro ideal si quieres evitar que el jefe te agarre chateando, en Facebook o en Youtube mejor comienza una guerra.
2 comentarios:
Que bien!!! Ya se puede comentar!!! Felicitaciones por el blog, no es por que seas mi hermano pero es una barbaridad el talento que tienes, cada cosa que haces me deja pegado viéndola.
Y claro, un cerbatanaso de esos que mencionas, cuando te caía en el cachete, dolía UN MONTÓN (claro, cuando aun no te había comido mucho recorrido de la misma)
Nuevamente felicitaciones!!!
Un abrazo
desde luego un tema muy masculino, aún recuerdo haber sido blanco de esas cervatanas! auuuu...
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